domingo, 3 de octubre de 2010

~Deep death.

  La muerte.
  Es algo que nos aterra y nos atrae al mismo tiempo. Es un misterio, una incógnita, y por tanto queremos saber qué hay detrás de ella. "La curiosidad mató al gato" dijo alguien en una ocasión. Lástima que nadie haya vuelto a la vida para contarnos cómo es.
  Lo peor es cuando alguien cercano a ti muere. Sabes que no vas a poder volver a oír su voz, ni su risa. Ni siquiera te puedes conformar con su presencia. Ése es el auténtico dolor, pero ¿Y la persona que ha muerto? ¿Sentirá dolor al abandonar este mundo y a sus seres queridos? Probablemente si, pero yo mantengo la creencia de que una vez muerto no te importa nada, principalmente por que no sabes que has muerto y que te hechan de menos. Sólo estás en una nebulosa oscura de la que nunca podrás despertar, como una de esas noches en las que no sueñas nada, sólo ves negrura a tu alrededor. No eres consciente de que, si despertaras, verías a tus seres queridos llorándote, y más tarde, la oscuridad del ataúd.
En fin, eso es en lo que yo creo. Posiblemente esté equivocada, pero me gusta pensar así.
Al menos, cuando muera, ni siquiera lo sabré.

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